Cuando hablamos de los pies y de sus múltiples patologías, no podemos dejar de lado una de las más frecuentes.
Hablamos de los dedos en garra (a veces también denominados dedos en martillo).
Se suele denominar dedos en garra a la deformación en los dedos del pie, los cuales presentan una articulación metacarpofalángica en hiperextensión, a veces acompañada de una flexión de las articulaciones interfalángicas proximal y distal.
Es importante señalar que los dedos en garra pueden acompañar a otras patologías, incluso ser producto de ellas, como por ejemplo Hallux Valgus, Dedos en Martillo, y otro tipo de malformaciones.
Los dedos en garra suelen provocar un desequilibrio en el apoyo del pie, por lo que es muy conveniente el uso de ortesis complementarias de apoyo. Estas ortesis pueden ser a medida (sería lo ideal, y deben estar hechas por el podólogo), o bien mediante el uso de ortesis diseñadas y fabricadas para esta finalidad, como veremos más abajo.
Los dedos en garra suelen ser más frecuentes en las mujeres, por diversos motivos, como el uso de calzado puntiagudo, con tacón, etc.
Muchas personas padecen este tipo de deformidad en los dedos y no sufren, por ello, molestias o dolor. Sin embargo, si no las tratamos, pueden llegar a ser un problema de molestias y dolor, así como de limitación de movimientos, e incluso de estabilidad y equilibrio. Además, claro, de los problemas estéticos que conlleva.
También es importante señalar que debido a estas deformaciones y al apoyo tan desigual y deformado de los dedos, se pueden formar en éstos callosidades, tanto en la parte distal como dorsal, con el calzado.
¿Qué tipo de problemas plantean los dedos en garra?
Los dedos en garra plantean, en el día a día, varios tipos de problemas y molestias. Los más frecuentes es la aparición de helomas o callosidades, que pueden estar situados en la parte distal o pulpejo del dedo, o bien en la parte dorsal, o en la parte superior del empeine y la fricción con el calzado.
Otros problemas pueden ser la inestabilidad, dolor en los propios dedos o en la zona metatarsal, donde se pueden originar callosidades o metatarsalgias al no apoyar de una forma adecuada.
¿Cómo corregir los dedos en garra?
Los objetivos perseguidos pueden ser el intentar corregir la deformidad, llegando incluso a cirugía, o el uso de ortesis a aplicar en los dedos.
El objetivo de las ortesis puede ir desde descargar la presión, distribuir los apoyos, disminuir el dolor, restaurar el equilibrio y evitar o reducir las callosidades y roces, tanto inter digitales como de los dedos con el zapato.
Estas ortesis pueden ser a medida, realizadas por el podólogo, y de forma general con silicona.
Sin embargo, es también muy frecuente el uso de ortesis fabricadas para cada patología, especialmente diseñadas para tal fin. Los materiales empleados para este tipo de ortesis son también la silicona especial de uso médico o gel polímero, de densidad extra blanda y con aceites medicinales.
Unos ejemplos de estas ortesis pueden ser los ratoncitos americanos, que son unas férulas que protegen los dedos y evitan las fricciones y sobrepresiones en los mismos. También puedes contar con los tubos de gel, que son unos tubos que se colocan en el dedo a proteger y ayudar a aliviar las fricciones; o también los clásicos separadores de dedos, de los que hay infinidad de modelos. Lo importante es escoger el producto que mejor se adapte a nuestra necesidad y tamaño de pie.
¿Por qué aparecen los dedos en garra?
Esta deformidad, de los dedos en garra, puede deberse a múltiples causas. Puede haber causas neurológicas, o de orden mecánico o biomecánico y pueden ser congénitas o adquiridas.
Las de tipo congénito, pueden deber a alteraciones morfológico, como pueden ser:
- Pie cavo o plano.
- Pie equino.
- Problemas en la fórmula metatarsal.
- Problemas neurológicos…
Y en las adquiridas podemos mencionar a aquellas debidas a uso de calzado inadecuado y repetitivo.
¿Cómo prevenir que la patología aumente?
Si es una causa congénita, habrá que solucionar primero la patología previa y con esto aliviaremos el dolor del dedo en garra y evitaremos que pueda ser más grave.
Si la causa es adquirida, es importante que el podólogo valore cada caso para aplicar el tratamiento correctivo necesario, sin embargo, una buena práctica para empezar será utilizar un calzado adecuado, que no maltrate el pie.
Esperamos haberos ayudado a entender mejor la patología. Si quieres saber más, puedes visitar nuestro artículo tratamiento y prevención del dedo martillo.
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