Todos los seres humanos presentamos los pies planos hasta los 3-4 años, debido a la hiperlaxitud de los ligamentos articulares.
Hablamos de un pie plano fisiológico, que de forma normal se iría desarrollando, tensando los tejidos estabilizadores dando lugar a un arco normal y no patológico.
Pero cuando hablamos de pie plano, nos estamos refiriendo a la afección que presenta una persona en la que su planta del pie toca completamente el suelo al carecer de la curvatura natural (aplanamiento del arco longitudinal).
Generalmente suele cursar sin dolor, no obstante algunas personas pueden llegar a desarrollar síntomas con el paso del tiempo, como dolor en el borde interno del pie, pudiendo llegar a producir hinchazón del mismo.
Para poder conocer bien las causas de los pies planos y cómo podemos mejorar, hemos contado con la colaboración del profesional fisioterapeuta Noel Donderis, quien nos propone unos sencillos ejercicios para potenciar nuestra musculatura.
¿Cuáles son las causas de los pies planos?
Las causas del pie plano son multifactoriales, lo que hace que existan diferentes tipos de pie plano.
Estas causas pueden ser congénitas (más infrecuentes) o adquiridas. Como podéis imaginar, las causas de pies planos adquiridos también son múltiples. En este artículo vamos a centrarnos en una de ellas, el déficit del sistema de estabilización activo.
Cuando hay un déficit del sistema de estabilización activo, la musculatura del pie se ve comprometida.
Específicamente se comprometen el tibial anterior, tibial posterior, peroneo largo y flexor del dedo gordo entre otros, dando como resultado la perdida de altura del arco plantar, es decir, dando como resultado el pie plano.
El principal objetivo del sistema mencionado es la estabilización del arco plantar y de las diferentes estructuras óseas que se encuentran en el pie. Este sistema es muy importante ya que de él dependen el resto de las articulaciones para conseguir una propiocepción óptima y un equilibrio óptimo en el resto del cuerpo.
Tipos de pies planos
Existen dos tipos de pie plano: pie plano flexible y pie plano rígido. La diferencia principal es que el pie plano flexible solamente lo es cuando la persona lo apoya totalmente en el suelo, mientras que el rígido no presenta ningún tipo de arco en ningún momento.
Ejercicios para rehabilitar los pies planos
En cuanto su prevención, nos enfocaremos en ejercicios de rehabilitación que potencien directamente la musculatura supinadora del pie. De esta manera, vamos a plantear diferentes ejercicios, cuyo objetivo final es potenciar el sistema estabilizador activo.
Todos los ejercicios planteados son beneficiosos en todos los tipos de pie plano, no obstante, serán más efectivos en aquellos que no presenten una rigidez muy severa.
EJERCICIO DE PUNTILLAS
Empezaremos por un ejercicio como ponerse de puntillas sobre los dos pies. Este ejercicio activa la musculatura global flexora dorsal del pie, generando una potenciación directa de la musculatura del sistema de estabilización.
A continuación, desde este ejercicio pasaremos a realizar la marcha desde puntillas y después cambiaremos a la marcha desde talones.
EJERCICIO CON CANICAS
Otro ejercicio interesante es distribuir por el suelo canicas o pelotas de tamaño pequeño e intentar cogerlas con los dedos del pie y desplazándolas al lado opuesto (pasar las canicas de un lado al otro). Este ejercicio puede ser realizado en bipedestación (siendo éste de mayor dificultad) o en sedestación, interesante cuando el dolor es más agudo (sentado en una silla).
EJERCICIO CON UNA TOALLA
Muy similar al anterior, pero esta vez en lugar de canicas, pondremos una toalla estirada en el suelo e intentaremos con ambos pies arrugarla con la flexión de nuestros dedos.
De nuevo, podemos tener dos escalas de dificultad, haciéndolo de forma unilateral (cada vez, con un pie, siendo así más fácil) o con ambos pies a la vez (mayor dificultad).
EJERCICIO EN BIPEDESTACIÓN
Para potenciar la musculatura inversora del pie de forma específica, un ejercicio interesante podría ser en posición de bipedestación o sentados, apoyarnos sobre la parte externa del pie y realizar flexión y extensión de los dedos.
EQUILIBRIO SOBRE UN PIE
Finalmente, podemos finalizar con un ejercicio que pretende trabajar de forma específica la musculatura intrínseca del pie, potenciando el sistema estabilizador.
El ejercicio consiste en mantener el equilibrio sobre un pie (pata coja). Podemos tener diferentes grados de dificultad utilizando apoyos con las manos.
Todos los ejercicios planteados se realizarán con una frecuencia de 10 repeticiones o 10 segundos, repitiéndolos 3 veces (es decir, 3 series de 10 repeticiones cada uno).
Esperamos que os haya gustado el post y que trabajéis todos los ejercicios para mejorar vuestra musculatura.
Si os han quedado dudas, podéis contactar con nosotros a través de nuestro formulario y estaremos encantados de ayudaros.